
Por su parte, las librerías chilenas denuncian que la apertura de "Recoletras" supone una competencia desleal para ellas: nunca podrán competir con un establecimiento cuyos costes fijos corren a cargo de los presupuestos municipales. La librería compra directamente a las editoriales como La Furia del Libro o Penguin Random House. Desde Planeta —que aún no se ha sumado a la lista de editoriales con presencia en la librería— anuncian que ya hay una relación comercial y que en los próximos días se firmará el contrato para que "Recoletras" pueda comercializar sus obras.
Por otro lado, editores independientes como Rosa Rodríguez, de Ventana Abierta, se muestran encantados con la apertura de la librería popular, ya que afirma que en Chile se trata al libro como un producto comercial y no de carácter cultural: “Quedamos en una especie de limbo económico, en donde quienes distribuyen y quienes venden casi duplican el costo que las editoriales independientes le dan al libro. O sea, en nuestro país las grandes cadenas de librerías inflan el precio porque no existe una valoración del libro como producto cultural".