
Ante esta nueva iniciativa de Audible la respuesta de los editores americanos no se ha hecho esperar. El portavoz de Simon & Schuster, Adam Rothberg, ha declarado que: "Hemos informado a Audible que consideramos su programa de subtítulos como una violación no autorizada y descarada de los derechos de los autores y editores, y una clara violación de nuestras condiciones de venta. Por lo tanto, hemos insistido en que Audible no incluya subtítulos en ningún título sobre el que Simon & Schuster tenga derechos de audio o texto".
Por su parte, la presidenta y directora general de la Asociación Estadounidense de Editores, María Pallante, emitió un comunicado en el que calificó la nueva iniciativa de Audible de "sorprendente y profundamente preocupante". Además añadió que "Audible tiene acceso a valiosas propiedades literarias porque los editores y los autores han confiado estas obras como parte una licencia explícita de un acuerdo para la producción y distribución de audiolibros Audible tampoco puede crear versiones de texto no autorizadas de estas interpretaciones o ejecuciones de audio, a menos que los propietarios de los derechos de autor estén de acuerdo en que dichas adaptaciones son permisibles. Tales adaptaciones podrían servir para socavar sus mercados legítimos y separados de libros y libros electrónicos". Y agregó que la organización a la que representa está revisando el asunto con sus editoriales y considerando los siguientes pasos a dar.
El Gremio Estadounidense de Autores también ha realizado una breve declaración, señalando que "los acuerdos entre ACX y Audible no otorgan a Audible el derecho a crear versiones de texto de los audiolibros, se entreguen como un libro completo o en segmentos. Tampoco hay una excepción a la ley de derechos de autor que permita a Audible hacer esto". Por ahora, dicen, "Continuaremos investigando esto, pero basándonos en lo que hemos aprendido hasta la fecha, el programa de Subtítulos parece ser una clara y deliberada violación de los derechos de autor".
Al gran gigante americano le crecen los enanos, si ayer informábamos que la Unión Europea había abierto una investigación sobre la compañía por posible violación de las normas de competencia, ahora se le suma la posible violación de los derechos de autor por parte de su división de audiolibros en Estados Unidos.